En su sección más exigente y extrema, los rápidos de Clases III y IV desafían a los participantes a dar lo mejor de sí mismos, remando con fuerza y determinación para sortear cada obstáculo.
Además de la adrenalina, este descenso permite disfrutar de la incomparable belleza natural de uno de los ríos más espectaculares del mundo. Aquí, la combinación de emoción y paisajes únicos convierte cada remada en una verdadera aventura.